Cálculos Renales

¿QUÉ SON LOS CÁLCULOS RENALES?

Los cálculos renales (litiasis renal, nefrolitiasis) son depósitos duros de minerales y sales que se forman dentro de los riñones. Los cálculos renales tienen muchas causas y pueden afectar cualquier parte de las vías urinarias, desde los riñones hasta la vejiga. En general, los cálculos se forman cuando la orina se concentra, lo que permite que los minerales se cristalicen y se unan.

Expulsar los cálculos renales puede ser bastante doloroso, pero, en general, los cálculos no producen daños permanentes si se los identifica de forma oportuna. Según sea el caso, es posible que solo tengas que tomar analgésicos y mucha agua para expulsar un cálculo renal. En otros casos —por ejemplo, si los cálculos se alojan en las vías urinarias, están relacionados con una infección urinaria o causan complicaciones— es posible que se necesite una cirugía.

Tu médico puede recomendarte un tratamiento preventivo para disminuir el riesgo de tener cálculos renales recurrentes si corres un mayor riesgo de volver a padecerlos.

SÍNTOMAS

Un cálculo renal puede no causar síntomas hasta que comienza a desplazarse por el riñón o hasta que pasa por el uréter (el tubo que conecta el riñón y la vejiga). En ese momento, podrías tener los siguientes signos y síntomas:

  • Dolor intenso a los lados y en la parte posterior, debajo de las costillas
  • Dolor que se extiende hacia la parte inferior del abdomen y hacia la ingle
  • Dolor que viene en oleadas y cuya intensidad fluctúa
  • Dolor al orinar
  • Orina de color rosa, rojo o marrón
  • Orina turbia o con olor desagradable
  • Náuseas y vómitos
  • Necesidad constante de orinar.

El dolor causado por un cálculo renal puede cambiar (por ejemplo, puede trasladarse a una ubicación diferente, o su intensidad puede aumentar) a medida que se desplaza a través de las vías urinarias.

Causas

Los cálculos renales, a menudo, no tienen una sola causa definida, aunque diversos factores pueden aumentar el riesgo de padecerlos.

Los cálculos renales se producen cuando la cantidad de sustancias que forman cristales, como el calcio, el oxalato y el ácido úrico, en la orina es mayor de la que pueden diluir los líquidos presentes en esta. Al mismo tiempo, la orina puede carecer de sustancias que impidan que los cristales se adhieran unos a otros, lo que crea un entorno ideal para la formación de cálculos renales.

TIPOS DE CÁLCULOS RENALES

Conocer el tipo de cálculo renal ayuda a determinar la causa y puede ofrecer indicios sobre cómo reducir el riesgo de tener más cálculos renales. De ser posible, si eliminas un cálculo renal intenta conservarlo para llevárselo al médico a fin de que se analice. 

LOS TIPOS DE CÁLCULOS RENALES SON:

Cálculos de Calcio: La mayoría de los cálculos renales son cálculos de calcio, por lo general, en forma de oxalato de calcio. El oxalato es una sustancia que se encuentra en los alimentos de forma natural, y también la produce el hígado a diario. Algunas frutas y vegetales, así como las nueces y el chocolate, tienen un alto contenido de oxalato.

Los factores alimenticios, las altas dosis de vitamina D, la cirugía de bypass intestinal y varios trastornos metabólicos pueden aumentar la concentración de calcio u oxalato en la orina. Los cálculos de calcio pueden también producirse en forma de fosfato de calcio. Este tipo de cálculos es más frecuente en trastornos metabólicos, como la acidosis tubular renal. También puede estar relacionado con ciertas migrañas o con el consumo de algunos medicamentos anticonvulsivos, como el topiramato (Topamax).

Cálculos de Estruvita: Los cálculos de estruvita se forman en respuesta a una infección, como la infección de las vías urinarias. Estos cálculos pueden crecer rápidamente y volverse bastante grandes, a veces, presentan muy pocos síntomas o pequeñas advertencias.

Cálculos de Ácido Úrico: Los cálculos de ácido úrico se pueden formar en personas que no beben la suficiente cantidad de líquido o que pierden mucho líquido, aquellas que consumen una dieta alta en proteínas o aquellas que tienen gota. Ciertos factores genéticos también pueden aumentar el riesgo de padecer cálculos de ácido úrico.

Cálculos de Cistina: Estos cálculos se forman en personas con un trastorno hereditario que causa que los riñones excreten mucha cantidad de ciertos aminoácidos (cistinuria).