¿Qué opciones quirúrgicas hay con HBP y con cáncer?

¿Qué opciones quirúrgicas hay con HBP y con cáncer?

Hace poco explicábamos lo importante que es que los hombres acudan a una revisión periódica con el urólogo para que revise el estado de la próstata y del aparato urinario. Esta revisión anual es importante, ya que en torno a los 40 años la próstata puede comenzar a crecer y, si sucede, suele acarrear molestias urinarias. Es conveniente controlar este proceso para constatar si es un crecimiento benigno (llamado HPB o “hiperplasia benigna de próstata”), o si estamos ante un tipo de crecimiento maligno (en cuyo caso se trataría de una tumoración). Para ambos crecimientos del tejido prostático existen diversas opciones de tratamiento farmacológico y/o quirúrgico, pero nos vamos a centrar en explicar las opciones quirúrgicas pues no son intercambiables entre sí y a menudo generan dudas sobre su aplicación. Te las contamos en nuestro artículo de hoy.

Crecimiento de la próstata o HPB (Hiperplasia benigna de próstata)

A medida que los hombres van cumpliendo años, los cambios hormonales pueden provocar un agrandamiento de los tejidos de la próstata que en medicina se denomina “hiperplasia benigna”, patología que afecta a más de 500 millones de hombres en todo el mundo. La próstata es una glándula situada debajo de la vejiga que engloba la uretra y en ese punto lleva su nombre (uretra prostática); en ella se halla el verum montatum, que es el lugar donde se abren los orificios de los conductos eyaculadores, provenientes de las vesículas seminales. La próstata está ubicada muy cerca del recto, por lo que se puede explorar parcialmente mediante tacto rectal; su función es producir el líquido prostático que forma parte del líquido seminal.

Padecer HBP no aumenta el riesgo de cáncer, pero puede provocar molestias en quienes la padecen como micción intermitente, dolor al orinar, reducción de la fuerza y el grosor del chorro de la orina, aumento de la micción o ganas constantes de orinar.

Las opciones quirúrgicas para la HBP son las siguientes:

– Urolift: Esta novedosa técnica consiste en un sistema mínimamente invasivo que desbloquea la uretra elevando o sosteniendo el tejido prostático agrandado, gracias a la inserción de unas pequeñas grapas.

– Fotovaporización láser: Esta técnica utiliza un láser con fibra óptica que permite vaporizar tejidos blandos y eliminar así por completo el tejido sobrante de la próstata agrandada.

– Adenectomía: es la cirugía abierta tradicional mediante la cual se extirpa parte del tejido prostático sobrante. El post operatorio requiere que el paciente esté ingresado en clínica durante unos días; la diferencia es que las anteriores cirugías permiten un postoperatorio más cómodo ya que al día siguiente el paciente puede volver a casa y retomar una actividad normal.

Cáncer de próstata

En este caso, el tejido agrandado contiene células malignas o cancerosas en la próstata. En las fases más tempranas apenas existen señales que indiquen la presencia de tumoración cancerosa, por lo que es esencial realizar una analítica completa de sangre y orina para valorar el parámetro de PSA (Prostate Specific Antigen o Antígeno Prostático Específico). Si el PSA refleja un valor elevado sin razón aparente, el protocolo marca realizar un tacto prostático y una resonancia magnética nuclear multiparamétrica de la próstata. Posteriormente, si existe un área sospechosa, se procederá a una biopsia eco-dirigida.

Cuando el tumor va creciendo, aparecen los síntomas más frecuentes como el flujo débil y/o frecuente de la orina, goteo o escape de orina, esfuerzo al orinar o incapacidad de vaciar toda la orina, presencia de sangre en la orina o en el líquido seminal.

Para este tipo de patología existen diversas opciones de tratamiento. A continuación explicamos brevemente cada una de ellas.

– Criocirugía: Es una técnica de más de 10 años de trayectoria que consiste en crear unas esferas de hielo en el interior de la próstata que alcanzan temperaturas de ultra-congelación (hasta -70°C) para destruir el tejido prostático y las células cancerígenas contenidas en su interior.

– Prostatectomía radical: Es una cirugía para extirpar completamente la próstata y algunos de los tejidos que se encuentran a su alrededor para eliminar todo el tejido canceroso. Se puede realizar de cuatro maneras diferentes: por vía abierta retropúbica, por laparoscopia, mediante cirugía robótica y por vía perineal. El doctor indicará cuál es la técnica más adecuada según las particularidades del caso.

– Braquiterapia: Se trata de un procedimiento que consiste en colocar implantes en forma de semillas radiactivas en la próstata para que destruyan las células cancerosas mediante la emisión de radiación. Este es un tipo de radiación interna; esta técnica puede producir rectitis o existir migración de las semillas. Otro de los inconvenientes es que puede producir problemas en la micción y en la función eréctil.

– Radioterapia: Utilizada para el cáncer de próstata en sus etapas más iniciales o para aliviar los síntomas. Es una cirugía mediante la cual se produce un tipo de radiación con rayos externos de alta energía que buscan destruir las células cancerosas. Es, por tanto, un tipo de radiación externa. Otros efectos secundarios son la rectitis, incontinencia y/o disfunción eréctil.

Una vez el paciente ha sido diagnosticado, al saber el tamaño de la próstata, el médico especialista le indicará la cirugía más adecuada a su caso y las ventajas e inconvenientes de cada una de las intervenciones.